Playas de Punta Cana: El Cortecito

El área turística de Punta Cana, situada en la provincia de La Altagracia, se ha convertido en un destino turístico de primer orden a nivel mundial. Sus playas paradisíacas recorridas por hileras de palmeras y cocoteros, de arena fina y blanca, así como sus azules aguas cristalinas (del Atlántico) y una gran oferta hotelera de enormes resorts de 4 y 5 estrellas en régimen de Todo Incluido, hacen de esta zona una meca del turismo a la que acuden, principalmente, turistas españoles, franceses y del resto de Europa.

Playa El Cortecito, Punta Cana

Caribe en estado puro en la playa El Cortecito de Punta Cana

La explotación turística de Punta Cana es muy reciente. Esta franja costera, paradisíaca y virgen, fue descubierta por casualidad en 1969 por ciudadanos norteamericanos cuando sobrevolaban la costa este dominicana en busca de un lugar donde construir una escuela de marina mercante. Prendados de su belleza adquirieron miles de hectáreas y se convirtieron en inversores, construyendo los primeros hoteles (el primer resort fue el Club Med) y un pequeño aeropuerto, y a raíz de ahí se fue convirtiendo en lo que es actualmente.

Pero no existe ninguna ciudad que se llame «Punta Cana», sino que es simplemente una zona cuyo nombre viene dado por el cabo (accidente geográfico) situado en la costa oriental de República Dominicana. A lo largo de éste hay 50 Km de playas cuyos conocidos y populares nombres vienen a dar una localización un poco más exacta dentro de lo que es el cabo: por orden de norte a sur se encuentran la Playa de Arena Gorda, Playa Bávaro, Playa Ubero Alto, Playa Macao, Playa de El Cortecito, Cabeza de Toro, Cabo del Engaño, Playa de Punta Cana y Juanillo. Estas playas fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1990.

Entre los múltiples atractivos que posee este litoral está la práctica de todo tipo de deportes náuticos -ofrecidos generalmente en los propios resorts (parasailing, buceo, snorkel, navegación a vela, etc)-, así como el Parque Nacional del Este, la laguna de Bávaro, las zonas de buceo y pesca internacional de Cabeza de Toro, las cavernas y ríos subterráneos, los cementerios indígenas, las montañas y los balnearios de ríos.
Parasailing en Punta Cana

Parasailing en Punta Cana

Aunque los complejos y resorts se suceden uno tras otro a lo largo de la costa y todos tienen su trozo de playa con tumbonas, sombrillas y chiringuitos, las playas son públicas, por lo que es muy frecuente ver a los dominicanos pasear entre los turistas intentando venderles diversas excursiones y actividades acuáticas. El regateo es obligatorio y la oferta tentadora (muchísimo más barato que las que ofrecen los operadores turísticos en los hoteles), pero hay que tener cuidado con este tipo de excursiones «clandestinas» porque:
  • Aunque lleven una tarjetita acreditativa como guías turísticos (tipo carnet), seguramente será falsa. Aluciné en colores cuando ví, en la Plaza del Cortecito, un establecimiento que ¡las hacía por 300 pesos! (al igual que otro tipo de documentación).
  • Si se les contrata algo, en la misma playa te hacen el «bono» (a presentar en el bus el día de la excursión), y te piden un adelanto de dinero como reserva. Se han dado múltiples casos en que luego no aparece ningún bus y la excursión es inexistente.
  • En República Dominicana existe la policía turística (Politur), encargados de velar por la seguridad turística. Tienen un cuartel en Punta Cana y se ponen en la carretera a detener vehículos «sospechosos» para pedir el carnet a los supuestos guías. Si éstos no son legales, media vuelta y adiós a la excursión (y no creo que devuelvan el dinero).
  • Y bueno, algo tienen que tener también para resultar más baratas: los autobuses en los que te recogen son auténticas guaguas destartaladas, la comida de las excursiones malísima, etc.
En resumen, con los timos que habíamos sufrido y visto en la isla, decidimos no arriesgarnos e ir a lo seguro contratando las excursiones en el hotel, aunque costara un poco más. Al fin y al cabo, es una vez al año y ¡de perdidos al río! Las hicimos con Club Caribe y la verdad es que muy bien, la organización genial, un autobús en toda regla con buenos sillones y aire acondicionado… aunque la comida bastante regular.

El hotel en el que nos alojábamos, Grand Palladium Palace Resort, Spa&Casino, se localiza -dentro del área de Punta Cana– en la Playa de El Cortecito. Además de todo el entretenimiento que puedas tener en las instalaciones del magnífico resort y la playa, uno de los atractivos turísticos más visitados es la Plaza El Cortecito.

Plaza El Cortecito, Punta Cana

Plaza El Cortecito, Punta Cana

Las «plazas» son pequeños poblados repletos de tiendas y souvenirs situados entre los hoteles, a lo largo de toda la costa. En ellos puedes encontrar todo tipo de artesanías, principalmente cuadros de arte taíno y figuritas talladas de madera, además de un completo ajuar de ropa playera, o personas dispuestas a hacerte las típicas trencitas en el pelo. Los propietarios de estas tiendecitas son realmente pesados y prácticamente ¡te obligan a entrar a su establecimiento!. Ante eso poco se puede hacer, a no ser que te pongas en plan borde total, pero cuando entréis, la ley que impera es el REGATEO (el precio final debe ser de un 50 a un 70% menos de su primera oferta); no es que les estéis «timando», sino que es la fórmula «normal» para hacer negocios. Es divertido y desde luego, todo un arte. ¡Ay que ver la labia que tienen! todos tienen un pariente español, o han estado en España, y por ello os estarán dando «el mejor precio»; seguro que os dirán que los sablazos se los dan a los guiris, pero nunca a los españoles, jaja.

Restaurantes en Punta Cana

Caminando por la playa, una vez pasada la Plaza El Cortecito se encuentra uno de los restaurantes más afamados de la zona, el Capitán Cook, donde es prácticamente imprescindible ir a pegarse una mariscada, con langosta por supuesto. Os lo «venderán» por la playa (incluso yéndoos a buscar en lancha al hotel) al precio de 44 € por persona, pero ni caso, lo mejor es ir directamente ya que se puede ir andando desde el Palladium, está a 10 minutos. Es el típico chiringuito de playa con estructura de madera, todo abierto, bajo en que hay varias mesas para comer. Justo al lado tienen la barra del bar y la plancha, donde cocinan, en vivo, la parrillada de mariscos. La verdad es que la comida no tenía mala pinta, pero nos pareció que la higiene dejaba bastante que desear, y nos habían hablado de otro restaurante «mejor» que estaba un poco más allá, así que fuimos a echar un vistazo.
Restaurante Capitán Cook, Punta Cana

El Capitán Cook es uno de los restaurantes más famosos de la playa de Punta Cana

A unos 200 metros del Capitán Cook, ya en la esquina del cabo, encontramos el otro restaurante: El Pulpo Cojo, y ¡menuda diferencia! Se ve bien, porque tiene una terraza mirador sobre la playa rodeada de con un montón de banderas dominicanas. También es un chiringuito de playa, pero estaba súper bien montado: dos enormes estructuras de madera que eran sendos comedores, una tienda de souvenirs, un estanque con langostas… y un montón de hamacas y tumbonas de diferentes formas distribuidas por la arena de la playa junto a un bar-chiringuito. Es un sitio de los que llaman «chill out».

Restaurante El Pulpo Cojo, Punta Cana

El Pulpo Cojo, un restaurante con zona chill out


Nos atendieron genial, y nos contaron que el propietario es español (de Baleares), así que ha montado este restaurante al estilo ibicenco, pero no quiere hacerle publicidad ni venderlo por los hoteles, así que no lo ofrecen por la playa. Tienen una carta en toda regla, con variedad de platos: arroces, paellas, fideuás, pescados a la parrilla, mariscos, carnes, así como especialidades por encargo. La mariscada estaba buenísima (me puse mala del empacho y ya no pude ni cenar ese día), aunque el precio es carillo: 43,50€ por persona sólo la parrillada (bebida, postres y demás aparte). Un detalle muy español: de tapa mientras esperábamos nos pusieron unos pinchos de tortilla de patata y pan con tomate.

Mariscada en El Pulpo Cojo, Punta Cana

Mariscada en El Pulpo Cojo

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