Los Arribes del Duero, el Gran Cañón Europeo
Para Unamuno era “el paisaje agreste más bello de España”. Los Arribes del Duero en Zamora, Las Arribes en Salamanca, As Arribas en Portugal… El Gran Cañón Europeo, una comarca natural con una peculiar orografía, fruto de la erosión milenaria del caudaloso río Duero, que hace de frontera natural entre España y Portugal.
Los Arribes del Duero son una zona protegida que exhibe espectaculares cauces fluviales que se abren paso entre gargantas de granito y pizarra de hasta 400 metros de altura, hábitat de una variada fauna (especialmente aves) y una riquísima comunidad vegetal, caracterizada por la gran abundancia de especies típicamente mediterráneas debido al microclima especial de esta comarca.
En España, el Parque Natural Arribes del Duero ocupa una superficie de 106.105 hectáreas pertenecientes a las provincias de Zamora y Salamanca, de las que Fermoselle y Aldeadávila de la Ribera son sus capitales respectivas.
En Portugal, Miranda do Douro es la puerta de entrada al Parque Natural do Douro Internacional, con una extensión de 86.500 hectáreas. Ambos espacios conforman una de las áreas protegidas fronterizas más extensas de Europa en las que el Duero es el gran protagonista.
Este río entre dos países forma la frontera más vieja e impermeable de Europa a lo largo de unos 200 kilómetros de abruptas laderas, en una zona fuertemente despoblada, con poco desarrollo económico, y constituye el tajo fluvial más largo de la península ibérica que ha esculpido -desde hace 100 millones de años- profundos barrancos.
Barrancos conocidos como los Saltos del Duero, ya que han sido aprovechados por el hombre para producir energía eléctrica, lo cual explica la abundancia de centrales hidroeléctricas en la zona, como las Presas de Almendra (de la que ya te he hablado aquí) y Saucelle en la parte española, o las de Bemposta y Miranda en la portuguesa. También, gracias a estos embalses, el río Duero es navegable.
Paseo en barco por Las Arribes: crucero ambiental por el Cañón del Duero
Para contemplar en todo su esplendor el maravilloso paisaje de este espacio natural privilegiado, nada mejor que realizar un crucero fluvial por el Cañón del Duero. Puedes elegir entre distintos cruceros turísticos, que parten desde Aldeadávila de la Ribera y Vilvestre en Salamanca, desde Fermoselle en Zamora, o desde Miranda do Douro en Portugal.
Yo realicé el Crucero Ambiental que recorre el tramo que hace frontera entre Zamora y Portugal a bordo de un aula – navío con cubierta acristalada, en el que monitores especializados van explicando (en portugués y español) los aspectos más relevantes sobre el río, la fauna, la flora y la geología del parque natural.
Este crucero fluvial sale del embarcadero de la Estación Biológica Internacional, junto a la presa de Miranda do Douro. Está gestionado por Europarques, un proyecto hispano-luso que ha recibido numerosos premios internacionales de turismo y medio ambiente, por su repercusión en el desarrollo económico y la conservación ambiental de este espacio fronterizo.
El barco se ha adaptado especialmente para navegar en este entorno natural minimizando al máximo el impacto medioambiental. Para ello se ha equipado con motores ecológicos insonorizados, una cabina acristalada y aislada para los pasajeros, y una estructura exterior pintada con tonalidades de camuflaje.
El recorrido tiene una duración aproximada de una hora y media, en la que te adentras en el tramo más espectacular de todo el Parque Natural de los Arribes, no sólo por la verticalidad de sus acantilados, sino también por el gran número de proyectos ambientales que se han desarrollado.
Algunos de los puntos de interés que se van observando a lo largo de este recorrido fluvial son: el pozo de las nutrias, el nido de cigüeña negra, una encina centenaria suspendida sobre el mismo borde del acantilado, la peña del oso (llamada así por su forma), la cascada de invierno, el área del águila real, o el Paso de las Estacas (ruta de contrabandistas a finales del siglo XIX y principios del XX).
Al llegar al Valle del Águila se realiza un breve desembarque para visitar una recreación de la arquitectura y etnografía de la zona, como las chiviteras (cabañas donde guardaban los chivos y cabras), la producción de miel en panales de abejas, o el método de cultivo en terrazas (llamadas bancales).
Hay que estar muy atento para no perderse ninguna de las aves que seguro aparecerán surcando el cielo durante el recorrido: buitres leonados, águilas reales, águilas perdiceras, alimoches, cigüeña negra, cernícalos, anátidas reales, cormoranes…
La excursión en barco por Las Arribes finaliza con una exhibición de cetrería y una degustación de vinos de Oporto de los viñedos que se cultivan aguas abajo del Douro Internacional, ya de regreso en la Estación Biológica.
Qué (más) ver en Las Arribes del Duero
Una vez finalizado el crucero, te recomiendo visites Miranda do Douro, una atractiva localidad portuguesa que parece haberse quedado anclada en el tiempo. Nada tan agradable como pasear por las calles empedradas de la antigua ciudad medieval, visitar sus monumentos, las murallas, el viejo castillo, la catedral… o simplemente sentarse a tomar algo en la terraza de algún café.
Ya en España, Fermoselle con sus casas colgadas (en Zamora) y San Felices de los Gallegos con su castillo (Salamanca) están declarados Conjunto Histórico-Artístico y son dos bellos ejemplos de conservación de la arquitectura tradicional de la zona, además de pueblos fortificados e importantes baluartes defensivos de la frontera española en su época.
Es una belleza incomparable