Naturaleza y Flamenco en La Axarquia
En el blogtrip por La Axarquía pudimos comprobar que esta comarca malagueña aúna elementos tan dispares como la naturaleza y el flamenco. Asistimos al Festival de Flamenco de La Axarquía en Canillas de Albaida y visitamos el Centro de Interpretación del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama en Sedella.
Canillas de Albaida, la perla blanca de La Axarquía
Tras degustar los famosos vinos de Cómpeta nos dirigimos a Canillas de Albaida, un pequeño pueblo de apenas 800 habitantes enclavado en el valle que forman los ríos Cajula y Turvilla, al pie de las sierras de Tejeda y Almijara.
Conocido como “la perla blanca de La Axarquía”, es uno de los “Pueblos Blancos” de la Costa del Sol, cuyo apretado casco urbano está formado por un laberinto de estrechas y empinadas callejuelas peatonales (en muchos casos con escalones).
El origen de Canillas de Albaida es una alquería árabe del siglo XIII, cuyo nombre significa “caña de blancura”. Su episodio histórico más importante fue la rebelión contra Felipe II por parte de los moriscos de la zona en el año 1569, la cual fue sofocada en la batalla del Peñón de Frigiliana. Sus principales monumentos (que no nos dio tiempo a visitar) son la Iglesia de Ntra. Sra. de la Expectación, y las Ermitas de Santa Ana y San Antón.
Me pareció un pueblo con mucho encanto (aunque incómodo para el paseante, sobre todo si hay 35ºC), en el que el blanco impoluto de sus casas encaladas sólo se rompe con el llamativo colorido de las macetas con flores que adornan esquinas, balcones y terrazas.
Tras aparcar en la zona baja del pueblo, llegamos -maleta a cuestas- al centro neurálgico de Canillas de Albaida: la Plaza de Nuestra Señora del Rosario, presidida por la Casa Consistorial y una fuente de piedra que refrescaba un poco el bochornoso ambiente. Ya comenzaba a verse bastante ambientillo en la plaza y todo estaba preparado para el festival de flamenco que comenzaría un poco más tarde.
Nos alojamos en la Posada La Plaza, un pequeño hotel rural de 3 estrellas con 9 habitaciones decoradas al estilo tradicional andaluz. El alojamiento dispone (en la última planta del edificio) de una terraza solarium con tumbonas, sauna, una cabina de hidromasaje con baño turco, y un jacuzzi.
Su propietario, Gustavo (por cierto, ¡un crack!) tiene también el Restaurante La Plaza, situado justo enfrente del hotel, donde cenamos a base de raciones (algunas bastante originales): gambas al ajillo, chipirones salteados con pimentón, mejillones con salsa americana, queso de cabra horneado con almendras, morcilla con miel de caña, espinacas con garbanzos, pinchos morunos de cordero, guiso de ternera con arroz y champiñones, etc.
Festival de Cante Flamenco “Sierra Axarquía”
Mientras cenábamos tenía lugar la XIII edición del Festival de Cante Flamenco “Sierra Axarquía”, que se celebra cada año a principios de Junio, el cual pudimos disfrutar desde la situación privilegiada de los balcones del comedor, ya que la plaza estaba a rebosar de gente.
Este año actuaron los cantaores Niño Bonela, Ana Serrano y Paco Cachele acompañados de los guitarristas Arturo Ruíz, Curro de María y Hugo Dogma. Por supuesto no faltó el baile, que corrió a cargo de la bailaora Sara Carnero y su cuadro flamenco.
Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama
A la mañana siguiente nos adentramos de lleno en el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, un singular espacio protegido de 40.662 hectáreas cuyas cumbres constituyen una frontera natural entre las provincias de Málaga y Granada.
Dada la apretada agenda del blogtrip no pudimos explorar por nuestros propios medios el parque natural, así que tuvimos que contentarnos con visitar el Centro de Interpretación recientemente inaugurado en la localidad de Sedella, donde se muestra una maqueta interactiva del P.N. y varios paneles informativos. Aquí informan sobre las diferentes rutas de senderismo que pueden realizarse, siendo la más dura y espectacular la ascensión al Pico Maroma, el más alto de La Axarquía (2.065 metros).
Visionamos un audiovisual en el que se explican los aspectos más singulares de este parque natural, como son: el paisaje lleno de contrastes (grandes montañas, valles encajados, amplios pastizales, bosques inaccesibles, abundantes cursos de agua, etc), la flora (principalmente tejos y diversas variedades de pinos, a los que se unen chopos, álamos, sauces, arces, robles melojos, queijos, encinas, y plantas aromáticas) y fauna (conejos, perdices, zorzales, cabras montesas, grandes aves rapaces, etc).
Sedella, Villa del Castillo
Sedella era llamada en la antigüedad “Villa del Castillo” porque tenía un castillo árabe (del que hoy apenas se conservan unos restos). Fueron los Reyes Católicos quienes la bautizaran con su nombre actual tras la reconquista.
Enclavada en el corazón de la Ruta Mudéjar, Sedella tiene un casco urbano de clara influencia morisca, con calles sinuosas y estrechas y rincones llenos de encanto, con fachadas encaladas decoradas con flores y plantas. Los principales lugares a visitar en Sedella son: el antiguo molino de harina, la Iglesia de San Andrés (construida en el siglo XVI sobre una antigua mezquita), la Ermita de la Esperanza, y El Torreón (magnífico edificio de arquitectura mozárabe).
La Plaza José Gutiérrez Cabello “Millón” está decorada con varios paneles de azulejos que relatan historias y leyendas de Sedella. En ella se emplaza el Ayuntamiento y el antiguo Lavadero público, bonita muestra de la arquitectura local.
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