Excursión a la Isla de Culatra, un paraíso cercano en el Algarve portugués

Aunque no te lo creas, las playas vírgenes, de extensos arenales blancos y aguas cristalinas, existen más allá de El Caribe (y de tu imaginación…). Si haces una excursión a la Isla de Culatra, en el Algarve portugués, comprobarás que el paraíso está más cerca de lo que pensabas.

Dunas y Ría Formosa en Isla Culatra, Algarve

Isla Culatra, un paraíso casi virgen a descubrir en el Algarve portugués

La experiencia es única y querrás repetir, como hacen cada año cientos de aves migratorias que vienen a la Ría de Formosa a pasar el invierno o a hacer una paradita en su ruta hacia el continente africano. La ría, en el extremo sureste de Portugal, en el municipio de Faro, es Parque Natural desde 1987. Con una extensión de más de 60 kilómetros, sus paisajes de dunas, marismas, islotes… y su diversidad de especies de flora y fauna lo convierten en un lugar único en Europa.

Parque Natural de la Ría Formosa, en el Algarve portugués

Parque Natural de la Ría Formosa, en el Algarve portugués

Culatra, junto a Farol, Armona, Tavira y Barreta (o Desierta) forma parte de las llamadas islas Barrera, un parapeto arenoso natural que da origen a la propia ría de Formosa protegiendo sus playas y marismas de la fuerza del Atlántico.

 

Excursión a la Isla de Culatra: cómo llegar

La excursión a la Isla de Culatra (Ilha da Culatra en portugués) puede empezar en las localidades de Olhão o de Faro, de donde parten los ferrys que conectan la costa con las distintas y cercanas islas Barrera. Estos pequeños barcos hacen el trayecto con bastante frecuencia (al menos una a la hora, y en verano, más). El precio del billete ida y vuelta ronda los 3€ por persona. [Aquí puedes consultar los horarios de los barcos desde el puerto de Olhão, y aquí desde Faro].

Ferry para llegar a la Isla de Culatra, Algarve

Ferry para llegar a la Isla de Culatra

Para llegar a la Isla de Culatra también tienes la opción del “taxi acuático” que por unos 25 – 30 € transporta a 5-6 personas dispuestas a no esperar y a llegar “por su cuenta”. La travesía dura una media hora, que se te hará muy corta porque el recorrido por la ría es un placer en sí mismo. El mar en plenitud, la brisa, las gaviotas revoloteando a ver si cae algo… y la costa que se aleja mientras la arena blanca de la playa de Culatra se va acercando, esperando, como si fueses el primero en pisarla.

 

¿Qué hacer en la Isla de Culatra?

En la Isla de Culatra no hay carreteras asfaltadas ni vehículos, algunas bicicletas y unos curiosos carritos en los que la gente lleva sus cosas. Tranquilidad total, un paisaje natural extraordinario con el mar y el horizonte como protagonistas…

Calles de la Isla de Culatra, Algarve

En la Isla de Culatra, el tiempo parece haberse detenido

Y es que la Ilha da Culatra es otra historia. Olvídate de resorts, hoteles, tiendas de souvenirs… aquí no hay. Eso de que el tiempo parece haberse detenido, ocurre en esta pequeña isla y, en pocas horas, comprobarás que la desconexión total es posible.

Cerca del embarcadero verás una pequeña iglesia (indispensable para la gente de mar) y, a un paso, te recibe el pueblo de Culatra (principal núcleo de la isla que cuenta, además, con otros dos: Farol y Hangares). Sencillas barcas de pesca, varadas, esperando salir y casas encaladas o de colores a pie de arena, eso es lo que encontrarás en este destino tan especial de Portugal.

Iglesia de Culatra, Algarve

La iglesia de Culatra nos da la bienvenida a la isla

El pequeño pueblo de Culatra vive de la pesca y del mar. Lo normal es ver a sus habitantes, amables, de rostro curtido, en su día a día, remendando redes o recogiendo los mariscos que deja la ría en la bajamar. Date un paseo por sus calles, en las que bloques de hormigón permiten el tránsito sobre la fina arena.

Calles de Isla Culatra, Algarve

Calles sin asfaltar en el pueblo de Culatra

Desde el pueblo, hay que ir a la playa de Culatra y para eso tienes un camino en forma de pasarela de madera que atraviesa un gran mar de dunas y te llevará a orillas del Océano Atlántico. Disfruta del paseo y contempla el océano en su llegada a una costa casi virgen, donde las dunas cambian según el viento.

Acceso a la playa virgen de Culatra

Acceso a la playa virgen de Culatra: pasarela sobre un mar de dunas

La playa de Culatra es magnífica, sobre todo si te gustan los espacios naturales donde el “boom turístico” aún no ha llegado. En la zona más cercana a la pasarela encontrarás, hamacas, sombrillas y hasta un pequeño chiringuito, pero, si quieres, puedes “perderte” y caminar por la orilla o por las dunas salpicadas de vegetación autóctona… éste será tu paraíso. La playa de Culatra se extiende más de 6 kilómetros y va desde el faro de Santa María (en el extremo sureste) hasta casi tocar la vecina isla de Armona.

Playa de Isla Culatra

Playa de la Isla de Culatra

Además de disfrutar del paisaje y de este entorno único, en tu excursión a la Isla de Culatra no puedes dejar pasar la oportunidad de probar la gastronomía del Algarve, sencilla pero exquisita.

Como no podía ser de otra manera, aquí los pescados y mariscos son de primera. Cuando baja la marea, la ría de Formosa, deja al descubierto algunos de sus tesoros: navajas, almejas, pulpos, berberechos… a eso hay que añadir la pesca diaria: sardinas, sargos, pescados de la zona deliciosos aunque no te sepas el nombre… en definitiva, disfrutar de un rodizio de pescado (una especie de barbacoa) es uno de los placeres gastronómicos que no te puedes perder en Culatra. Pequeños restaurantes, incluso casas particulares, ofrecen estos generosos rodizios de mariscos y pescados aún “coleando” a un precio más que asequible: 9€ por persona ¡y come hasta reventar!

Rodizio de pescado

Rodizio de pescado

 

El último ferry está punto de partir… ¡te costará dejar este paraíso cercano del Algarve portugués!

El pequeño núcleo urbano de Farol, en Isla Culatra

El pequeño núcleo urbano de Farol, en Isla Culatra

Si te ha gustado, no dejes de hacer también una excursión a la cercana isla de Tavira (aunque está mucho más masificada y «preparada» para el turismo).