Parque Minero de Riotinto, un viaje al corazon de la tierra
Adentrarse en la comarca minera de Riotinto es como hacer un viaje al corazón de la tierra. Un lugar de paisajes extraordinarios surcados por un río de color rojo sangrante donde, desde muy antiguo, nuestros antepasados arrebataban a estas tierras sus más preciosos tesoros: oro, plata y cobre. Descubrimos 5.000 años de la historia de la minería de Huelva visitando el Parque Minero de Riotinto.
Visita al Parque Minero de Riotinto
Ubicado en plena Sierra de Aracena, el Parque Minero de Riotinto es un parque temático dedicado a mostrar cómo se ha desarrollado la industria de la minería y la metalurgia en la cuenca minera de Riotinto desde la época romana.
El parque temático está gestionado por la Fundación Río Tinto, encargada de preservar el patrimonio minero de la comarca y darlo a conocer.
El Parque Minero engloba el pueblo de Minas de Riotinto y los parajes de los alrededores. La visita turística se compone de varios emplazamientos: las explotaciones a cielo abierto de Peña de Hierro y Cerro Colorado, el ferrocarril turístico minero, el museo minero con la reproducción de una mina romana, y el barrio de Bellavista con su sección etnográfica, la Casa nº 21.
Para visitar todos estos lugares se requiere un día completo. Lo mejor es sacar una entrada conjunta (cuesta 21€) y reservar previamente la visita a través de la página web del Parque Minero de Riotinto, sobre todo para el ferrocarril minero (son plazas limitadas y hay determinados horarios de salida).
La visita comienza en el Centro de Recepción de Visitantes, donde puedes adquirir la entrada. Se encuentra en el pueblo de Minas de Riotinto; para llegar debes seguir los carteles que indican hospital comarcal (se encuentra justo detrás) o museo de Riotinto.
Mina de Peña de Hierro, donde nace el Tinto
A determinadas horas se anuncia por megafonía la salida hacia la Mina de Peña de Hierro, situada a unos 10 Km del pueblo de Riotinto y a 3 Km de Nerva. Guiados por un coche de la Fundación, se forma un convoy de coches hasta llegar al emplazamiento, una enorme mina a cielo abierto en la que llegaron a trabajar 850 personas.
Tras aparcar el coche, hay que subir a pie por una cuesta bastante empinada, hasta llegar a un mirador desde el que se puede disfrutar de una inigualable panorámica de la inmensidad de la corta: 330 metros en su eje mayor, 190 m en su eje menor y una profundidad de 85 m, además de una mina subterránea de 155 m. de profundidad dividida en 12 niveles.
El color rojo invade un inhóspito entorno devastado por la mano del hombre, ya que las calcinaciones llevadas a cabo hasta 1907 produjeron efectos tan drásticos en el medio ambiente como la lluvia ácida. Si miramos abajo, vemos el nacimiento del Río Tinto, lugar elegido por la NASA para estudiar sus microorganismos por su posible similitud con Marte.
Bajamos de nuevo y, equipados con cascos, nos adentramos en el Túnel de Santa María, una auténtica galería de mina de unos 200 metros de longitud construida con material de la propia mina, entibado con ladrillo rojo y madera de eucalipto. Impresiona tener 200 toneladas de mineral sobre tu cabeza.
Mientras recorremos el túnel nuestro guía nos va explicando los 3 sistemas que se empleaban para la extracción de cobre y azufre a partir de la pirita y la calcopirita: el sistema de huecos y pilares, el sistema a cielo abierto (conocido como opencast system), y el sistema de canaleo para la obtención de cáscara de cobre.
Algunas cifras nos dan una idea del costoso trabajo de los mineros para obtener materiales de valor: sólo hay 6 gramos de mineral por cada litro de agua, y por cada tonelada de este mineral se obtenía 1 gramo de oro y 20 gramos de plata. El principal material de trabajo era el gossan (cuyo nombre proviene del inglés gold sand), una roca formada por óxidos e hidróxidos de hierro procedentes de la meteorización de yacimientos de sulfuros.
La Mina de Peña del Hierro fue explotada por los romanos hace 2.000 años aunque su mayor productividad se produjo a mediados del siglo XIX – comienzos del XX, y estuvo en funcionamiento hasta el año 1972.
Un paseo en el Ferrocarril Turístico Minero
Las piritas obtenidas eran extraídas para ser tratadas física y químicamente, y así obtener cobre, azufre y otros polimetálicos, que posteriormente se introducían al mercado mediante el transporte ferroviario a Huelva o Sevilla.
En este sentido, la llegada del consorcio británico “Riotinto Company Limited” tuvo un papel crucial en la historia más reciente de la provincia de Huelva. Llegaron en 1873 para una explotación masiva de los recursos mineros de la comarca, hecho que causó una auténtica revolución industrial y un cambio total en el modo de vida de sus habitantes.
Su principal insignia fue la construcción de un ferrocarril (más de 300 Km de vía estrecha) que conexionara la mina con el puerto de Huelva para embarcar el mineral hacia Inglaterra. Pero este tren no sólo servía para llevar el mineral, sino también para el transporte de sus 17.000 trabajadores, que en aquella época, eran prácticamente todos los habitantes de la provincia.
Ferrocarril minero de Riotinto |
Tal era el tráfico de este ferrocarril minero que llegó a tener 1.300 vagones, 2.000 vagonetas de mina, 40 coches de pasajeros, 143 locomotoras de vapor de 10 modelos diferentes, y 7 locomotoras eléctricas.
La Fundación Minera de Riotinto ha recuperado dos locomotoras de la antigua compañía minera (una eléctrica y otra de vapor) y restaurado sus viejos vagones de madera para crear un tren turístico que recorre 12 Km de vía siguiendo el serpenteante curso del río Tinto entre tupidos bosques de pinos. Un paseo de lo más agradable, que trataremos en otra entrada y quizás descubramos si hay vida en Marte 😉
El recorrido tiene una hora y media de duración y sale de un antiguo apeadero situado a las afueras del pueblo Minas de Riotinto. No olvides consultar los horarios; en esta otra entrada hablamos sobre el paisaje de ciencia ficción del Rio Tinto.
El barrio de Bellavista, legado de la Riotinto Company Limited
La Río Tinto Company Limited creó en Huelva todo un imperio llegando a convertirse en el motor de la provincia, la empresa privada con mayor número de trabajadores de todo el país y una de las mayores de Europa. En sus años de esplendor, Riotinto fue una pequeña colonia inglesa, donde la compañía implantó sus tradiciones culturales, sociales y deportivas a toda la cuenca minera (e incluso en el resto del país).
Bellavista es un lujoso y exclusivo barrio con casas pareadas de estilo victoriano, construido como lugar de residencia para los trabajadores y directivos anglosajones de la compañía. Disponía de su propio cementerio, una iglesia presbiteriana, y un club inglés destinado al ocio y divertimento de la comunidad británica. (En Huelva capital hay otro barrio inglés: el de la Reina Victoria).
El Club de Bellavista tenía salón de actos, sala de lectura, sala de billar, bar, e instalaciones deportivas para jugar al cricket, tenis y fútbol. ¿Sabías que el origen del fútbol en España tuvo lugar aquí? El Huelva Recreation Club (actual Real Club Recreativo de Huelva) es el club de fútbol más antiguo de nuestro país y se fundó en 1889 en Bellavista, al igual que los primeros grupos de boy-scouts.
Dar un paseo por Bellavista es como entrar en un mini mundo donde descubrir aspectos de la cultura anglosajona sin salir de España.
La Casa Victoriana nº 21
Hoy, las casas de Bellavista siguen siendo viviendas particulares (pero ya no de nacionalidad británica), excepto una, la llamada Casa Nº 21, que puede visitarse como parte de la sección etnográfica del museo minero de Riotinto.
La casa nº 21 fue construida en el año 1883 y ha sido completamente restaurada manteniendo su arquitectura típicamente inglesa y su mobiliario. A través de la visita al interior de esta casa de tres plantas puede conocerse un poco más acerca de cómo era la vida cotidiana del staff británico de la Riotinto Company Limited.
Museo Minero de Riotinto, 5.000 años de historia de la minería
El Museo Minero de Riotinto conserva y expone la amplia cultura material generada por 5.000 años de explotación minero-metalúrgica en la Comarca de Riotinto. El edificio en el que se encuentra albergó el hospital que la empresa Río Tinto Company Limited construyó para dar atención sanitaria a sus empleados.
La visita se compone de 16 salas que abarcan desde aspectos geológicos de la región, a un recorrido histórico por los distintos pueblos que -desde el año 3000 a.C hasta el siglo XX- han explotado (con diferentes métodos) las minas de Riotinto.
Las salas que me resultaron más interesantes son las que relatan las relaciones sociales entre el personal directivo británico y los trabajadores españoles, así como la sección de arqueología industrial y del ferrocarril minero, en la que pueden verse diferentes locomotoras.
Una de las piezas más destacables del museo es el Vagón de Maharajah, el vagón de vía estrecha más lujoso del mundo, construido con madera tallada y cuero repujado en el año 1892 para un viaje que la reina Victoria de Inglaterra iba a realizar a la India, aunque finalmente fue adquirido por la Riotinto Company Limited.
Mina romana, un viaje al pasado
En el sótano del museo se ha recreado el interior de una mina romana que te permite hacer un viaje al pasado para conocer las duras condiciones de trabajo de los mineros en la época romana.
A través de un oscuro recorrido de 200 metros de longitud vas descubriendo galerías, cámaras y pozos, y de vez en cuando, algún minero romano que seguro te dará algún susto.
Mirador de Cerro Colorado
Para terminar el día, nada mejor que acercarse al Mirador de Cerro Colorado, situado a 2,5 Km del pueblo Minas de Riotinto. Se trata de una gigantesca explotación a cielo abierto donde el color rojizo se hace especialmente intenso al atardecer.
La caída de los últimos rayos de sol sobre las rocas parecen reverberar produciendo increíbles destellos que nos trasladan, de nuevo, al corazón de la tierra.
Buen reportaje de la Cuenca Minera, pera la Cuenca Minera, pertenece al Andevalo..