Una de las experiencias más chulas que he vivido últimamente ha sido
volar en globo aerostático. Ya lo había hecho en dos ocasiones -en la
Plana de Vic y por el
Aljarafe sevillano– pero en esta ocasión
sobrevolamos los viñedos de La Rioja en globo.
Para volar en globo hay que madrugar un montón ya que los vuelos se realizan en cuanto amanece, que es cuando el viento sopla de forma más suave y la atmósfera está más estable. A medida que el sol va calentando, se van creando turbulencias que obligan a aterrizar. Así que a las 6 de la mañana ya estábamos preparados para nuestra aventura en las alturas!
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Sobrevolando La Rioja en globo aerostático |
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Desde el globo, los pueblos parecen maquetas |
Salimos de Haro, donde el día anterior habíamos estado visitando la exposición La Rioja Tierra Abierta. Una furgoneta de Globos Arco Iris nos trasladó a un campo despejado. (Por cierto, si presentas tu entrada de la exposición -que puedes visitar hasta el 13 de Octubre- tendrás un 15% de descuento en tu vuelo en globo por Haro).
La aventura de montar en globo no es sólo el vuelo en sí, sino también todos los preparativos para hacerlo posible. Lo primero que hay que hacer es montar el globo.
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Montando el globo aerostático |
Entre todos bajamos la cesta (llamada barquilla) que estaba en el remolque de la furgoneta, y ayudamos a desplegar una enorme vela de 16 metros de altura sobre el suelo.
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Hinchando la vela del globo aerostático |
Luego, un potente ventilador comenzó a insuflar aire hasta que la vela se llenó por completo. Nada menos que 2.800 metros cúbicos de aire!
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Ventiladores para hinchar la vela |
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La vela casi a punto… |
Ése es el momento en el que el piloto empieza a dar caña a los quemadores de propano, para que el aire se caliente y la vela se eleve, poniendo el globo en posición erguida. Todo listo para subirnos a la barquilla y despegar hacia las alturas!
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Calentando el aire del globo con quemadores |
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Y el globo se pone derecho! |
Suavemente el globo comienza a elevarse, dando la sensación de que el que se mueve no eres tú, sino la tierra, que parece alejarse bajo tus pies. A medida que asciendes, los pueblos parecen una maqueta de Lego y vas perdiendo la noción de las proporciones.
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La Rioja desde el aire, en globo aerostático |
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Pueblos de La Rioja desde el globo |
El piloto jugaba con el globo haciendo la experiencia aún más divertida. Tan pronto volábamos tan bajo que casi podíamos tocar los viñedos, como que pocos minutos después estábamos contemplando el paisaje a más de 1.000 metros de altura.
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Casi rozando los viñedos |
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El globo se eleva hasta los mil metros de altura |
El puntazo de la experiencia fue cuando brindamos con champán en pleno vuelo. Todo un lujo!
Trascurrida más o menos una hora, el piloto comenzó a buscar un campo despejado para aterrizar, ardua tarea ya que en La Rioja todo son viñedos! Un vehículo todoterreno iba siguiendo por tierra nuestro viaje por las nubes, para recogernos en cuanto bajamos.
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Vuelo en globo sobrevolando los viñedos de La Rioja |
Al igual que en el despegue, el aterrizaje fue también lento y suave. Poco a poco comenzamos a descender hasta rozar suavemente el suelo. Una vez en tierra firme, la vela se deshinchó por completo y cargamos de nuevo la barquilla en el remolque.
Nuestra aventura finalizó con un contundente desayuno y la ceremonia de bautismo aerostático, en la que te dan un diploma.
La experiencia de volar en globo aerostático es increíble. El globo es como un balcón colgado del cielo donde reina un completo silencio, sólo alterado por el ruido que -de vez en cuando- producen los quemadores, y nosotros, ¡pasajeros del viento!
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La Rioja en Globo Aerostático |
Vaya vistas! Aunque yo creo que me daría mucho miedito..
http://www.lugaresquevisitar.com