El centro histórico de Alcudia, un viaje en el tiempo
Situada al noreste de Mallorca, entre dos bahías, Alcudia es pura historia. Un paseo por las calles de su casco antiguo te dejará ver las huellas de las distintas civilizaciones que a lo largo de los siglos han formado la propia identidad de Mallorca. Una ruta por el centro histórico de Alcudia es hacer un verdadero viaje en el tiempo, desde la época romana hasta el siglo XXI.
Alcudia también es, por supuesto, uno de los enclaves vacacionales por excelencia, respetuoso, además, con el medio ambiente (municipio ecoturístico). Con más de 30 kilómetros de costa, Alcudia agrupa playas de todo tipo, desde las «urbanas» de arena fina con todos los servicios, hasta las más abruptas y tranquilas por su acceso no tan sencillo. Sol, playas, relax, ocio… hasta aquí los ingredientes «típicos» que han convertido a Mallorca en destino turístico de primer orden pero, junto a ellos, Alcudia guarda un verdadero tesoro, un centro histórico que vale la pena descubrir paso a paso.
Qué ver en el centro histórico de Alcudia
Lo primero que llama la atención en el centro histórico de Alcudia son las murallas que lo rodean, y que parecen querer seguir defendiendo a la ciudad de cualquier posible ataque que llegase por mar. Míralas bien porque te darán acceso a una de las ciudades «fortín» del Mediterráneo. Fenicios, romanos, musulmanes, piratas… por su estratégica situación, todos le han «echado el ojo» a las Baleares.
Entra por alguna de las puertas que aún quedan de la antigua muralla, ambas Monumentos Nacionales: la Porta del Moll (o Puerta de Xara) y la Puerta de Mallorca (o Porta de Sant Sebastià) y obsérvalas con atención. En la del Moll verás lo que queda de la verja levadiza que permitía el paso a la ciudad, y en la de Mallorca llaman la atención sus sólidas torres unidas por un gran arco.
Si entras por esta última, tienes a un paso la Iglesia de Sant Jaume, de visita más que recomendable. En su origen, esta iglesia estaba integrada en la propia muralla y era parte del «dispositivo» de vigilancia frente ataques externos. Nada queda de la primitiva iglesia – fortaleza. El templo que ves ahora (en el mismo sitio) es una reconstrucción hecha en el siglo XIX. Junto a ella verás la Capilla del Sant Cristo que también vale la pena visitar.
Alcudia es una ciudad para recorrer sin prisas, por lo que, una vez dentro de la ciudadela, puedes empezar recorriendo las murallas por el Camí de Ronda, un paseo de 1,5 kilómetros que discurre por encima de ellas. La construcción de la muralla medieval se inició durante el reinado de Jaime II, a finales del siglo XIII, pero no quedó finalizada hasta mediados del XIV.
En la época de Felipe II (siglo XVI) se construyó un segundo recinto amurallado para aumentar la capacidad de defensa de la ciudad, por eso se dice que la muralla de Alcudia es medieval y renacentista a partes iguales. Poco queda de este segundo recinto que fue destruido en parte por la lógica expansión de la ciudad, pero aún puedes ver algunos de los baluartes que le daban su forma. En la actualidad sólo se conservan cuatro y el más interesante es el Baluart de Sant Ferrán, hoy convertido en la plaza de toros de Alcudia.
Una vez dominado el perímetro de Alcudia, toca disfrutar intramuros y perderte por callejuelas en las que las tiendas de souvenirs y los coquetos restaurantes consiguen crear un curioso contraste con las casonas de los nobles que se instalaron aquí durante el siglo XVI.
Pasea a tu ritmo por el centro histórico de Alcudia y déjate sorprender por palacetes y «casals» como Can Torró, magnífica casa del siglo XVII hoy sede de una de la mejores bibliotecas de las Islas Baleares, Can Fondo, que puede presumir en su fachada del escudo más antiguo que se conoce en la ciudad, Can Castell, sede del archivo Histórico, Can Domenech, donde está el Consorcio de la Ciudad Romana de Pollentia, o Can Canta, una casa señorial con ventanas de estilo renacentista adornadas con el escudo familiar, guirnaldas y otros elementos decorativos.
Elige la calle que más te guste de este casco histórico repleto de recovecos que da gusto descubrir. Todas tienen su encanto y, dejando atrás la muralla, casi todas te llevarán al Carrer Major (Calle Mayor), donde se encuentra el Ayuntamiento de Alcudia, un edificio singular de los años 20 (1929) en el que destaca su torre del reloj.
Con todo ésto, te has hecho una idea de la joya que es la Alcudia musulmana y medieval pero te espera una sorpresa porque aún no has visto: los vestigios que quedan de la antigua ciudad romana de Pollentia, un lujo histórico que no te puedes perder. Fundada en el siglo II antes de Cristo, es el mejor exponente de la romanización de las Islas Baleares. Las excavaciones de Pollentia se iniciaron a principios del siglo XX y hoy en día continúan sorprendiendo con nuevos hallazgos.
Fuera de las murallas de la ciudad, pero a un paso, te esperan las antiguas edificaciones romanas entre las que destacan el milenario anfiteatro, una calle porticada y distintas construcciones de carácter civil.
Si quieres conocer más sobre la Alcudia romana la visita al Museo Monográfico de Pollentia, en pleno casco histórico (Carrer de Sant Jaume, 31), es obligada.
MÁS INFORMACIÓN: Página web de Turismo de Alcudia
Genial el artículo. Además ahora hemos recibido la distinción de ser uno de los pueblos más bonitos de Mallorca (hace apenas 2 semanas). La puerta de Mallorca forma parte del recorrido por las murallas, en la plaza de toros hay un show de flamenco durante el verano. La verdad que es una maravilla de pueblo, y cada vez más popular.