Ruta de Los Pilones por la Garganta de los Infiernos

Uno de los sitios que no puedes perderte en tu escapada al Valle del Jerte es la Garganta de los Infiernos, una reserva natural con múltiples arroyos, saltos de agua, cascadas y marmitas gigantes que forman unas piscinas naturales en el paraje conocido como Los Pilones donde poder darte un baño en plena naturaleza.

La Reserva Natural de la Garganta De los Infiernos -situada en la vertiente suroeste de la Sierra de Gredos- es la puerta de entrada a Extremadura desde la provincia de Ávila. Ocupa más de 74.000 hectáreas; en el Valle del Jerte abarca los términos municipales de Tornavacas, Cabezuela del Valle y Jerte.

Hay numerosas rutas de senderismo que permiten explorar la Garganta de los Infiernos. La más popular es la llamada Ruta de Los Pilones, que comienza en el Centro de Interpretación de la Reserva Natural que hay entre los pueblos de Cabezuela del Valle y Jerte.

Puedes aprovechar para visitarlo (la entrada es gratuita). Además de obtener información y consejo sobre las diversas rutas, varios paneles interpretativos permiten conocer los ecosistemas típicos de la Garganta de los Infiernos y su biodiversidad. También hay un gran diorama en el que se recrea el hábitat típico de las gargantas del río Jerte, su fauna y vegetación.

La Ruta de Los Pilones está calificada como de baja dificultad y tiene una longitud de 6 Km entre ida y vuelta, que se realizan en aproximadamente 2 horas a pie. Está perfectamente señalizada mediante carteles y balizas.

Nosotras estábamos alojadas en el Hotel Balneario Valle del Jerte y salimos a primera hora de la mañana para hacer esta ruta; lo más recomendable (sobre todo en verano, que las temperaturas son muy altas) es madrugar un poco e ir temprano, para así evitar encontrarte con demasiada gente y poder disfrutar del paisaje para ti solo.

La ruta se inicia con bastante pendiente, subiendo un buen tramo de escaleras contenidas con tablones de madera y grandes piedras. Atravesamos un bosque de ladera formado por robles melojos y castaños. Si hay suerte, puedes encontrar alguna orquídea silvestre. Éste es el hábitat de animales como el gato montés o el tejón, aunque yo solo encontré alguna lagartija…

Después de recorrer un buen trecho, el bosque se abre y da paso a una bonita estampa del Valle del Jerte y de la «Garganta Serrana». Desde las altas cumbres (durante el invierno cubiertas de nieve) hasta el valle donde discurre el río Jerte, se precipitan las tumultuosas aguas del deshielo en angostos cauces labrados en las rocas llamados gargantas. Es uno de los paisajes más singulares de esta Reserva Natural.

Proseguimos la ruta. El robledal se cierra de nuevo y atravesamos una gran extensión de helechos que crecen en humedad y penumbra.

Un último tramo con pavimento empedrado y fuerte pendiente en descenso da paso al paisaje más espectacular y conocido: Los Pilones.

Un gran bloque de granito ha sido esculpido -a lo largo de millones de años- por la erosión del fuerte caudal del río que arrastra pequeños fragmentos de piedra, dando lugar a una sucesión de pozas excavadas en las rocas. Estas Marmitas de Gigante son auténticas piscinas naturales donde puedes darte un refrescante baño (el agua está bastante fría!).

Tras disfrutar un buen rato de este precioso paraje, emprendimos el camino de regreso. Se puede regresar al Centro de Interpretación por dos sitios: deshaciendo el camino andado, o tomando el sendero forestal.Yo opté por éste último, que si bien es unos 300 metros más largo, es continuo (sin escaleras) y muy cómodo de realizar (al final se tarda lo mismo).

A medio camino hay un refugio y un mirador llamado el Chorrero de la Virgen, donde se puede observar un curioso fenómeno denominado inversión térmica. En este paraje, conocido como Riscoencinoso, las torrenteras de montaña aportan su caudal en los meses de invierno. La escasez de agua unida a las fuertes temperaturas estivales no son favorables para los robles (bosque característico de la Garganta de los Infiernos), por lo que éstos han sido sustituidos por encinas. Desde este mirador pueden observarse numerosas aves rapaces.

Si no te gusta o no quieres hacer esta ruta de senderismo, puedes contratar una excursión en vehículo eléctrico a Los Pilones por 30€. Salen del Centro de Interpretación y suben por el sendero forestal.

Para conocer qué otros sitios te recomiendo visitar en el Valle del Jerte pincha aquí.