Ruta Maya: Calakmul, Reserva de la Biosfera
Una vez llegamos al Estado de Campeche, además de conocer el Viejo Campeche (el casco histórico y colonial de la capital), nos adentramos en Calakmul -la mayor extensión de selva tropical que queda en México– para descubrir la extensa ciudad maya que fuera durante cinco siglos la capital de un antiguo reino llamado Cabeza de la Serpiente.
Pirámide en la antigua ciudad maya de Calakmul
Llegamos tardísimo a Escárcega en la línea regular de autobuses ADO desde Palenque, y aún nos faltaban dos horas más de viaje hasta llegar a Xpujil, un pequeño pueblo perdido en medio de la selva, en algún punto de la carretera 186.
Nuestra alojamiento para esa noche fue el Chicanná Ecovillage Resort, un paraíso tropical completamente ecológico y sostenible. Rodeado de una exuberante vegetación selvática, sus cabañas están decoradas en estilo rústico, con artesanías mayas, y su restaurante ofrece una comida típicamente regional.
Mi habitación en el Chicanná Ecovillage Resort de Xpujil
Aunque era la 1 de la madrugada, algunos no pudimos resistirnos a darnos un baño nocturno en la piscina, mientras la oscuridad de la noche daba paso a diversos ruidos y aullidos de animales entre una la niebla que estaba empezando a rodearnos. Sin duda, éste es un lugar para perderse.
Bungalows ecológicos del hotel en plena selva
A la mañana siguiente, continuamos el #AllMexicoTrip hacia Calakmul.
La Reserva de la Biosfera de Calakmul
Con una extensión de más de un millón de hectáreas, la Reserva de la Biosfera de Calakmul es el segundo pulmón natural más grande del continente. Forma un corredor ecológico en una zona ligeramente elevada de la llana península de Yucatán, entre los bosques lluviosos de la región de Petén (Guatemala), y los bosques más secos y menos extensos del norte.
Calakmul, Reserva de la Biosfera
La Reserva de la Biosfera de Calakmul fue declarada en el 2002 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Es un refugio para casi un centenar de especies de mamíferos (ocelotes, osos hormigueros, monos aulladores, tapires, etc), incluidos algunos de los felinos más amenazados de México, como el puma o el emblemático jaguar.
Frondosa vegatación selvática de Calakmul
Su riqueza biológica incluye también 1.600 especies distintas de plantas y árboles como la ceiba (árbol sagrado de los mayas), el chicozapote (el árbol del chicle), el pich, la caoba, el palo de tinte y los amates (utilizados por los aztecas para fabricar papel). Hay también 73 tipos de orquídeas salvajes, 50 especies de reptiles, 400 de mariposas, 300 especies conocidas de aves, entre ellas tucanes, loros, pericos, guacamayos… y pájaros autóctonos de este lugar como el pavo ocelado.
Árboles con caprichosas formas en la Reserva de la Biosfera de Calakmul
Dentro de esta Reserva Natural hay varios yacimientos arqueológicos mayas, algunos están aún sin descubrir, y otros -como Xpujil, Chicanná, Becán, Hormiguero, Balamku y Calakmul- pueden visitarse.
La Ciudad Maya de Calakmul, Patrimonio de la Humanidad
La frondosa vegetación selvática esconde uno de los tesoros arqueológicos mejor guardados del mundo maya, que sin duda no deja indiferente a nadie: la antigua Ciudad Maya de Calakmul, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su nombre en maya significa «dos montículos adyacentes».
Juego de pelota de Calakmul
Descubierta en 1931, Calakmul fue la capital de uno de los reinos más grandes e influyentes de Mesoamérica. Estuvo habitada durante más de 1.500 años, desde el período preclásico medio (500-300 a.C) hasta el postclásico tardío (1200-1521 d.C).
Durante 500 años fue la capital del reino Cabeza de la Serpiente, que abarcaba varias ciudades de la llanura. Parece que tras la muerte de su monarca Garra de Jaguar y de la derrota ante su vecina Tikal, la ciudad estrechó lazos con sus vecinos de la zona del Río Bec, cuya influencia se refleja en edificios como la Estructura V (a la que se puede subir).
La estructura V de Calakmul
Durante esa época se labraron y erigieron numerosas estelas. La ciudad perdió importancia y, a partir del año 1000 d.C. se utilizó casi exclusivamente como centro ceremonial.
Las construcciones y pirámides están literalmente invadidas por la vegetación, al igual que ocurre en la cercana antigua ciudad maya de Tikal, si bien a mí me gustó mucho más Tikal, ya que el entorno natural es muy similar pero sus edificaciones son muchísimo más majestuosas.
Los árboles crecen literalmente sobre las ruinas arqueológicas
Recorrer los vestigios de esta importante ciudad maya en plena selva, y completamente solos, es una experiencia casi mágica. Y es que Calakmul no es todavía muy conocida turísticamente, seguramente porque aún no dispone de infraestructuras ni comodidades, y porque el acceso no es sencillo. Hay que recorrer unos 60 Km de selva hasta llegar a la entrada del recinto arqueológico, y una vez allí, caminar bastante (mejor con un guía) hasta encontrar las primeras ruinas.
Una de las estelas de Calakmul
En la carretera hay varios puestos de control, donde hay que abonar dos tasas: un primer peaje de 28 pesos por persona más 56 por vehículo; y un segundo peaje de 54 pesos por persona. Además, el precio de la entrada al yacimiento arqueológico son 46 pesos, más otros 45 si quieres grabar en vídeo. Tampoco hay que asustarse, porque ésto equivale a unos 12€ aproximadamente.
Eso sí! no olvides llevar un buen repelente de mosquitos!
El Cenote de Miguel Colorado
Para culminar un intenso día de naturaleza y arqueología, nos trasladamos al poblado de Miguel Colorado (a 30 Km de Escárcega) para practicar un poco de turismo de aventura en el Centro Ecoturístico Cuyos Miguel Colorado.
Cenote de Agua Azul en Miguel Colorado
Entre las actividades de aventura que puedes realizar se encuentran: descenso en rappel, rutas de senderismo, paseos a caballo, subida a la cueva de los murciélagos K41, observación de la flora y fauna selvática… pero sin duda la «atracción estrella» es la gran tirolina que surca los 250 metros de diámetro del Cenote de Agua Azul desde una altura impresionante.
Tirolina sobre el cenote
Se trata de un cenote abierto (no dentro una cueva, como veríamos días más tarde en los alrededores de Tulum), y aunque estaba lloviendo, pudimos darnos un chapuzón y observar sus paredes de roca de más de 80 metros de profundidad. También se puede practicar kayak.
Calakmul fue la joya de nuestra ruta por el Yucatán. Es un lugar impresionante y que conserva todavía el encanto de un lugar escondido.