10 Razones para viajar al Algarve

El sol en invierno y la brisa Atlántica en verano hacen del Algarve un destino perfecto de vacaciones todo el año. El buen clima es uno de los atractivos de esta región del sur de Portugal, de playas y acantilados fantásticos, naturaleza, golf y pueblos llenos de historia. Conozcamos 10 razones para viajar al Algarve:

El Algarve portugués

1. Villa marinera como pocas, Tavira, a ambas orillas del río Gilhao, cuenta con un importante patrimonio cultural, con nada menos que 40 iglesias. Para conocerlo, nada mejor que subir a lo alto del antiguo depósito de agua, en el que se emplaza una singular Cámara Oscura, frente al Castillo.

Panorámica de Tavira

2. Realizar un mini crucero por el Parque Natural de la ría Formosa, área protegida de más de 18.000 hectáreas que delimitan una albufera de tierras pantanosas y variada fauna (cigüeñas, garzas…). Pasar un día en Illa Tavira, una barrera natural de arena dorada donde disfrutar de un día de playa y naturaleza.

Parque Natural de la ría Formosa: Illa Tavira

3. Descubrir la historia de Faro, capital del Algarve con numerosos monumentos y edificios de interés, como su Catedral (la Sé), el casco antiguo (Vila Adentro) o la iglesia do Carmo y su capela dos Ossos, con huesos y calaveras de monjes enterrados en ella.

La Sé, Catedral de Faro

4. Comer una cataplana en cualquiera de los restaurantes instalados a pie de playa en todo el Algarve, con vistas a las impresionantes rocas de caprichosas formas que se alzan sobre la arena.

Cataplana, típica gastronomía portuguesa

5. Recorrer las playas que se suceden entre Albufeira y Lagos. Imprescindible contemplar la de Marinha desde lo alto de uno de los acantilados que la rodean, con las gaviotas casi rozándote la cabeza. Arcos de roca, grutas y cuevas forman parte de la impresionante panorámica. Si lo que se prefiere son grandes extensiones de arena, las praia da Rocha o Meia Praia son la mejor elección.

Praia da Rocha, en Portimao

6. Asomarse al mirador de Santa Catalina de Ribamar, en Portimao. Es una fortaleza que data del siglo XVII y servía para defender a la población de los posibles ataques de los piratas. Ahora es un agardable café, desde donde hay una espectacular de la playa da Rocha y de la marina de Portimao.

Vistas desde Santa Catarina de Ribamar

7. Bajar las empinadísimas e interminables escaleras que conducen a la Ponta da Piedade, en Lagos, donde los pescadores aguardan a los viajeros para dar una vuelta en barca a través de sus espectaculares grutas con caprichosas formas que recuerdan objetos tan dispares como una calavera, un zapato o un elefante.

Grutas de Lagos

8. Asombrarse ante el color rojizo de las murallas de Silves, erigidas por los almorávides, y reforzadas y ampliadas por los almohades. Silves es una de las localidades más bonitas del Algarve, con un castillo y una espléndida catedral gótica.
Silves
Villa amurallada de Silves

9. El mejor green de Europa: El Algarve cuenta con 38 campos de golf. Algunos de los más famosos se encuentran en la Quinta do Lago y el Vale do Lobo. En éste último hay que buscar el famoso Hoyo 16 del Royal Course, el más fotografiado de toda Europa, con vistas al océano.

Campo de golf en el Algarve

10. Ver un romántico atardecer en la praia de Galé, en Albufeira, con rocas pulidas por el mar con sorprendentes siluetas. Forma parte de la bahía arenosa de Armaçao de Péra, donde el arenal y las dunas se extienden a lo largo de más de 2 Km de paisaje abierto. Junto a ella, la laguna de los Salgados, poblada de flamencos.
Albufeira05
Praia de Galé, Albufeira
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