Tres Territorios, una sola Tierra
Morella, el Matarraña (Matarranya) y la Terra Alta son tres Territorios pero una sola Tierra. Ése es el concepto de un proyecto turístico que ha unido a estas tres comarcas de Castellón, Teruel y Tarragona respectivamente para promocionar de manera conjunta sus atractivos y recursos turísticos. Los tres territorios comparten una cultura y una forma de vida parecidas, lo cual se refleja en sus tradiciones, su gastronomía, el paisaje, la arquitectura o el idioma.
Particularmente, este tipo de iniciativas para crear sinergias «en pro del territorio» me parecen un completo acierto, y merecen todo mi apoyo y admiración. Por un lado, por el esfuerzo que supone el romper con las barreras (económicas, políticas, burocráticas, administrativas…) de organizar una acción conjunta en una región que no sólo incluye tres provincias diferentes, sino también tres Comunidades Autónomas distintas. Y por otro lado, porque en este proyecto se han implicado tanto organismos públicos (oficinas de turismo) como privados (asociaciones de empresarios locales).
Algo muy similar ocurre también en la Comarca de Doñana, un vasto territorio que abarca las provincias andaluzas de Huelva, Sevilla y Cádiz; o en Cedillo, el pueblo más occidental Extremadura, que incluso rompe fronteras internacionales con Portugal con el Parque Natural del Tajo.
Pues bien, dicho ésto, vamos al viaje! Toda esta zona resultaba desconocida para mí, pero la semana pasada participé en un PressTrip en el que tuve oportunidad de conocer Morella, la comarca del Matarraña (Matarranya) y Terra Alta. ¡Demasiados lugares bonitos e interesantes para descubrir en tan sólo 4 días!
(Y demasiado extenso sería contarlo todo en un único artículo, así que sirva éste como una pincelada general e iré ampliando toda la información en próximas entregas).
Morella, uno de los pueblos más bonitos de España
Morella es la capital de la Comarca de Els Ports, una impresionante ciudad amurallada que surge «como de la nada» en medio de un paisaje abrupto y montañoso poblado de almendros, viejos algarrobos y olivos centenarios.
Presidida por un Castillo inexpugnable que se alza a 1.072 metros de altura y rodeada por 2 Km de muralla (con sus 7 puertas y 10 torres), Morella está catalogada como uno de «Los pueblos más bonitos de España».
Aunque ya poblada desde la Edad del Bronce, su época de esplendor comenzó en el año 1232, al ser conquistada por el Rey Jaume I. Fruto de su pasado bélico y de su importancia histórica como primera villa del Reino de Valencia, aún conserva un precioso casco histórico medieval con estrechas y empinadas callejuelas por las que es una delicia pasear.
La Calle Blasco de Alagón, con sus bajos porticados, reúne bellos palacios y casas solariegas, así como numerosas tiendas donde comprar productos gastronómicos y artesanías locales, entre las que caben destacar las famosas mantas morellanas.
Otras de las visitas imprescindibles en Morella -declaradas Monumento Nacional- son la Basílica de Santa María La Mayor (que alberga numerosos tesoros artísticos) y el Convento de Sant Francesc (puerta de entrada al castillo).
Para descargar un poco de adrenalina hay que visitar Saltapins, un parque multiaventura enclavado junto a la alameda de la antigua Fábrica Giner. Consta de tres circuitos de diferente dificultad para practicar arborismo y tirolinas, además de un albergue y una casa de turismo rural.
Además de su rico patrimonio artístico, si hay algo que cabe destacar en Morella es su excelente gastronomía, basada en productos de la tierra de gran calidad como la trufa negra o de Perigord, la cecina de vaca, setas de temporada, la miel de abeja, así como los embutidos, las carnes y una extensa variedad de quesos ecológicos y artesanales (cuyos secretos de elaboración puedes conocer en la Quesería El Pastor).
Si te gusta la repostería, no dejes de probar los famosos flaós de Morella, una especie de empanadillas rellenas de requesón y almendras ¡deliciosos!
QUÉ VER Y HACER EN MORELLA
Morella tiene tanto que ver y que hacer, que le he dedicado dos artículos más:
Morella, un lugar digno de reyes y un destino de película
10 Cosas que hacer en Morella
Dónde comer en Morella
–Mesón Del Pastor, cocina fusión entre la tradición y la modernidad. Impresionantes sus platos a base de setas, como los fideos fritos con setas, ajos tiernos y foie, o el capucchino de calabaza con fredolics y huevo cremoso.
–Restaurante La Fonda, gastronomía morellana basada en productos autóctonos. Excelentes carnes procedentes de ganadería propia.
-Restaurante Vinatea, recetas tradicionales elaboradas con técnicas de vanguardia.
Y después de cenar, pásate por el Dadá Museum Pub. ¡No todos los días se puede tomar un Gin Tonic en un palacio del siglo XIV!
Dónde dormir en Morella
Hotel Cardenal Ram, un precioso palacio del siglo XVI reconvertido en alojamiento.
Para más información visita la web: Morella Turística.
Terra Alta: el vino, el aceite y una batalla
En la provincia de Tarragona, 12 municipios integran la Comarca de Terra Alta, cuyos habitantes se dedican principalmente al cultivo del olivo y la vid. Es por ello que en este territorio se pueden degustar dos productos gastronómicos de excelente calidad, amparados por la Denominación de Origen Terra Alta: el aceite de oliva virgen extra (elaborado con aceitunas de la variedad empeltre) y una gran variedad de vinos, destacando los blancos, producidos con uvas garnatxa blanca.
En la capital de comarca, visita imprescindible es la Bodega Cooperativa de Gandesa (Celler Cooperatiu de Gandesa), una Catedral del Vino de estilo modernista proyectada en 1920 por el arquitecto Cèsar Martinell i Brunet (discípulo de Antonio Gaudí).
Otro lugar a visitar en la comarca es Horta de San Joan, un pueblo inmerso en pleno Parque Natural dels Ports cuyo casco urbano medieval está declarado Conjunto Histórico Artístico. Paseando por las sinuosas calles empedradas de la villa podremos apreciar nobles construcciones, como la Casa de la Comanda, la antigua prisión (en los bajos del actual Ayuntamiento), o la Iglesia de San Juan Bautista (siglo XIV).
Los interesados en el arte contemporáneo no deben perderse el Museo Picasso, un centro de interpretación sobre el artista que trata de explicar cómo sus dos visitas a Horta fueron su fuente de inspiración en los inicios del cubismo.
Pero si hubo algo que marcó la historia de la Comarca de Terra Alta fue la Batalla del Ebro, la más mortífera y sangrienta de la Guerra Civil española, que tuvo lugar del 25 de julio al 17 de noviembre de 1938. Hay varios espacios históricos sobre el tema, pero quizás el más representativo sea el Centro de Interpretación «115 días» de Corbera d’Ebre.
Quien desee recordar aquellos hechos o contemplar los desastres de la guerra puede visitar el Poble Vell (Pueblo Viejo), un devastador escenario en ruinas del trágico suceso, y quizás con un poco de suerte pueda conocer a Jesús Pedrola, el alma mater de la Asociación del Poble Vell y propulsor del «Abecedario de la Libertad».
Dónde comer en la Terra Alta
–Restaurante Sibarites, en Gandesa. Excelentes el carpaccio de langostinos, el tartar de atún rojo, y el solomillo con trufa negra y foie.
–Hotel Restaurante Nou Moderno, en Vilalba dels Arcs. Platos elaborados con productos autóctonos, cocina con toques de fusión y menús degustación maridados con vinos D.O. Terra Alta.
Para más información, visita la web de Turismo de la Terra Alta
El Matarranya, mucho por descubrir
Enmarcada en la cuenca del río Matarraña, al este de la provincia de Teruel, la comarca del Matarranya bien merece una nueva escapada rural -mucho más pausada- ya que tiene muchísimo por descubrir:
–Preciosas zonas naturales como el salto de agua del río Tastavins, el Parrisal (en el macizo de los Puertos de Beceite), o la impresionante mole calcárea de color rojizo Les Roques del Masmut.
–Una larga historia, que se hace patente en las pinturas rupestres y en los túmulos funerarios de la Edad de Hierro en Cretas, en poblados ibéricos como el de San Antonio en Calaceite, e incluso en los restos fósiles de un gigantesco dinosaurio saurópodo hallados en el barranco de L’Escresola que se pueden observar en Inhóspitak (subsede de Dinópolis).
–Pueblos con encanto del Matarranya: Beceite, La Fresneda, Monroyo, Ráfales… prácticamente los 18 pueblos que integran la comarca entrañan un encanto espectacular, si bien merecen especial atención Valderrobres -con su imponente castillo dominando un homogéneo conjunto de casas de piedra muy bien conservadas- y Calaceite (declarado Conjunto Histórico-Artístico). Son dos de los «Pueblos más bonitos de España», que te recomiendo conocer.
–Arte, como el que puede contemplarse en el Santuario de Virgen de la Fuente de Peñarroya de Tastavins, compuesto por dos ermitas (la de Arriba y la de Abajo). A destacar la ermita de Arriba, de estilo gótico-mudéjar, declarada Patrimonio de la Humanidad y Monumento Nacional por su impresionante techumbre (obra maestra de la carpintería mudéjar aragonesa) decorada con rostros humanos, motivos heráldicos y la Cruz de Calatrava.
–La gastronomía del Matarraña es un elemento destacable del territorio. Productos de calidad reconocida como el jamón con D.O. de Teruel, los embutidos, el aceite de oliva, la trufa negra, los quesos de cabra y oveja, los melocotones de Calanda, las almendras con las que se elaboran deliciosos postres como los ametlats, carquinyols, y panellets, sin olvidar el tradicional turrón de guirlache. Si tienes ocasión, no te pierdas la Feria dels Bolets de Beceite.
Dónde comer en el Matarranya
–Posada Guadalupe, en Monroyo. Gastronomía tradicional adaptada a las tendencias actuales. Especialidades de la casa: los escabeches, el jamón de Teruel, las trufas de Monroyo, el ternasco, el bacalao a la «matarrañesa» y las migas de Aragón.
–L’Alquería, en Ráfales. Carta imaginativa y variada basada en productos aragoneses, que se renueva 3 veces al año.
–La Fábrica de Solfa, en Beceite, una antigua fábrica de papel rehabilitada como hotel restaurante. Desde su comedor hay unas vistas increíbles del puente de piedra y del río Matarraraña.
No dejes de probar el menú Matarranya a la cassola (Matarraña en la cazuela), a base de recetas tradicionales de la gastronomía local que han sido reinterpretadas y adaptadas a las tendencias más modernas en cocina. Puede degustarse en 14 restaurantes certificados de la comarca.
Dónde dormir en el Matarranya
Hotel Molí de l’Hereu, en Ráfales. Se trata de una antigua almazara restaurada, un lugar con mucho encanto, donde disfrutar de la calma y la tranquilidad rodeado de naturaleza. Tiene también un museo del aceite, un jardín botánico, y piscina.
Para más información, visita la web oficial de la Comarca del Matarranya
Un buen resumen del viaje, Lala 🙂 ¡Espero con ganas las siguientes entregas! Un beso!
La verdad todo el paisaje, los castillos, la comida etc. deben haber sido de gran impacto y para olvidar el cansancio los buenos vinos de la zona. Imaginop también lo que habrás disfrutado de los postres jejejeje!!! Besos!!!
Marta